5ª jornada sumidero la olla

Grupo Ch.E.A.
Grupo GIEX:
Miguel, Pedro, Antonio, Agustín, Abraham, Davinia y Sebastián.
Grupo Iliberis:
José Molero, Toñi García, María, Antonio Peinado y Llusepe.

Objetivos:
-Instalar la vía del padrastro.
-Seguir con exploración de dos escaladas e iniciar otra en pozo de entrada.
-Desinstalar vía normal.
-Asegurar pasos en la boca nueva.
Desarrollo de la jornada:

Otra quincena fuera y ya están de vuelta al tajo. Por tercer fin de semana consecutivo se presenta un nutrido grupo de gente en Campobuche, lugar donde se encuentra el Sumidero de la Olla. A pesar del barro y de lo técnica que se muestra la sima, por sus varios y retorcidos pasos y su capacidad para modificar estos a consecuencia de las lluvias, se esta consiguiendo formar un grupito joven y muy competente de espeleólogos.
La tarde del viernes empieza mal, cuando Molero llama para comunicar que viniendo de Granada a la altura de Campillos se le ha averiado el coche. Él trae cosas para trabajar el sábado y lo más importante, la plancha para la cena del viernes, jejejeje. Se habla con María y Toñi que vienen de Málaga para que se pasen a recoger todo lo que puedan y a Peinado. Molero y Llusepe se marchan a Granada con la grúa, dejan el coche y toman el de Llusepe y vuelven a Villaluenga (dos cojones).
Mientras, en la olla, se echa un vistazo en los primeros metros para ver si se tiene que hacer algún refuerzo o movimiento de bloques para adecentar el paso. Sí, hay que reforzar algunos bloques y colocar algunos cancamos para facilitar unos destrepes estrechos que cuando vienes de arrastrarte unas horitas a -150 con 5 Kg. de barro se agradece. A eso de las 20:45 marchan al merendero y se comienza la cena junto con María, Toñi y Peinado.
A las 00:00 llegan a las pistas de padel y preparan los sacos y esperan la llegada de Llusepe y Molero, estos llegan a las 00:45 y se les prepara la cena.
Por la mañana, después del desayuno preparan las mochilas para los dos grupos que entraran en cueva. Miguel, Pedro, María y Toñi instalaran la vía del padrastro y exploraran la ventana de Galería del barro II.
Antonio, Agustín y Abraham continuaran la escalada en la vía principal a -160. Antes, desinstalan una cuerda a -190. Luego retoman la escalada y después de subir unos 10, 12 metros llegan a una repisa desde donde ven como el pozo se amplia en anchura y a unos 10 metros gira, no dejándoles ver bien la continuación. La escalada se les hace muy penosa con el barro depositado en la pared, de ahí que no se pueda avanzar tanto como se quisiera. Además, no es caliza sino concreción, por lo que se realiza la fijación con tornillos HUS.
Cuando van de regreso a la bifurcación se cruzan con el otro equipo y se cambian, Toñi y María que salen a la calle por la vía normal desinstalando, por Antonio que van con Miguel y Pedro a explorar la “Galería del Barro II”
Antes, los primeros instalan con éxito la vía del Padrastro y a continuación se disponen a explorar la “Vía del Barro II” que prometía continuar detrás de un paso de barro que iban a desobstruir, Antonio inicia la retirada del barro y ve como se complica a escasos metros con mucho más barro, cosa que les desanima y les hace tirar la toalla. No desinstalan para entrar a topografiar y ver donde les podría llevar.
El otro equipo, el de la calle, entra primero por la vía clásica a realizar una retirada de material en el gallinero, (Davinia, Sebas) y una escalada en la base del pozo de 30, (Molero, Peinado).
Llusepe aprovecha la mañana para patear dirección al endrinal en busca de posibles paleo-sumideros, o bocas de simas colgadas por encima de todo este sistema. Luego nos comenta de dos posibles agujeros que localiza y graba en el GPS.
En la escalada, Molero llega a un paso estrecho vertical por donde no puede pasar, (recordemos que esta operado hace 20 días de un testículo y tiene aún los puntos) monta una cuerda y da paso a Sebas porque ve con claridad la continuación. Sebas pasa y tras un resalte de un par de metros ve como el pequeño meandro por donde entra el agua de lluvia se estrecha más de la cuenta, con su ayuda, Molero consigue superar la estrechez y subir al final y ver el estrecho paso, llegan a la conclusión de que no es operativo intentar forzarlo. Se deja la cuerda para topografiar en la siguiente jornada. Salen a la calle y tras tomar una cerveza y charlar un rato con Antonio Palmera, entran por la otra boca a realizar trabajos de sujeción en los pasos más comprometidos.
A las 18:30 más o menos salen los primero espeleólogos por la vía clásica y dejan los trabajos por hoy.
Junto al coche mientras comen y beben algo cuentan lo que han hecho y que los otros tres van a tardar en salir. Por lo que todos los del Iliberis deciden marchar para Granada. El resto esperan impacientes hasta cerca de las 21:00 horas que es cuando salen todos